miércoles, 19 de septiembre de 2012

Hoy hablaré de Cinema Paradiso. Una Película que nos enseñan grandes valores sobre la vida.

Una historia para la reflexión de la película Cinema Paradiso
Estrofa donde Alfredo cuenta la historia al joven Toto sobre la princesa.

Alfredo: Te contaré una historia. Sólo para ti, Toto. Sentémonos. ¡Dios Mío!
Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró. Pero, ¿qué era un simple soldado al lado de la hija de un rey? Un día el soldado se las arregló para verla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impactada por la profundidad de sus sentimientos que le dijo: "Si puedes esperar por 100 días con sus noches bajo mi balcón yo seré tuya". Dicho esto, el soldado salió y esperó un día, dos... luego diez, veinte. Cada noche la princesa lo buscaba y allí estaba él, sin moverse. Siempre allí, lloviera o relampagueara. Las aves se posaban en su cabeza, las abejas lo aguijoneaban, pero él no se movía. Después de 90 noches, se veía seco y pálido. Brotaron lágrimas de sus ojos. No pudo detenerlas. No tuvo ni siquiera fuerzas para dormir. Y todo ese tiempo, la princesa lo observaba. Cuando la nonagésima novena noche llegó... el soldado se levantó, tomó su silla, y se marchó...

Toto: ¿Qué? ¿Justo al final?

Alfredo: Justo al final, Toto. No me preguntés qué significa, no lo sé. Si logras descrifrarlo, me lo dices.

[Pocos años después, Toto ha aprendido un poco más sobre la vida y presenta su interpretación sobre el final de la historia.]

Toto: ¿Recuerdas la historia del soldado y la princesa? Ahora entiendo por qué el soldado se fue justo al final. Una noche más y la princesa hubiera sido suya. Pero no había manera que ella pudiera mantener su promesa. Y eso hubiera sido demasiado cruel. Lo hubiera matado. De esta forma, al menos durante 99 noches, él vivía con la ilusión de que ella estaba allí, esperando por él.

Alfredo: Haz como el soldado, Toto. Vete.
 
 
 
Totó se fue del pueblo, dejó atrás todo lo que quería, y durante 30 años no volvió a saber nada de su pueblo, incluso de su famila. Cuando Alfredo murió, su madre lo llamó,  fue a su entierro y se encontró todo tal y como lo dejó 30 años atrás. Si no hubiera partido hacia nuevas metas u objetivos, se habria quedado estancado, sin trabajo y en definitiva, no hubiera sido la persona que finalmente consiguió ser.
 
Es una historia donde la amistad no tiene edad,  nos habla del primer amor que nunca se olvida, el dejar atras todo lo que quieres para sumergerte en un desafío nuevo. No puedes dejar de verla. Os emocionará.... Sobre todo la escena final con la gran música del gran maestro  ENNIO MORRICONE.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Nada es lo que parece...


Hoy hablaré de las apariencias. Nada es lo que parece, creedme y sinó atento a estas dos historias que os voy a contar. Una gran lección para todas aquellas personas que se atrevan a juzgar antes de ver, oir, pensar y reflexionar antes de hablar.

Vivimos en una sociedad donde estamos siempre etiquetando a las personas, por su aspecto físico o apariencias. Llegamos a pensar en creencias o estereotipos sobre personas que no conocemos. Los estereotipos más comunes son "las mujeres no conducen bien", las rubias son algo tontas", etc...estos y muchos más son ejemplos de estereotipos que caracterizan erróneamente a las personas y objetos.

 ¿Por qué somos así? ¿Cómo sabes si una empanada está buena? Con sólo verla no puedes saberlo, para ello, has de probarla, ¿no?  Pues eso mismo hay que hacer con las personas, no se ha de hablar sin conocimiento previo, antes de juzgar hay que conocer a cada persona. Detrás de cada persona se  puede esconder un gran potencial.


Aqui van las dos historias. En 2009, Susan fue a un concurso de TV, al estilo "Tu si que vales", en España. Al entrar en el escenario, se burlaron mucha gente de ella,  pero ella supo dejar a todos con la boca abierta  y  nos enseño que el talento puede venir en diferentes formas. Dejemos de prejuzgar a la gente.... Una lección de que no hay que menospreciar a nadie por sus apariencias. Miren el video y juzguez por ustedes mismos....





Pero la historia no acaba aquí, 3 años después se repetía  la misma  historia. Sabiendo lo que les pasó a los jurados con Susan, vuelven a tropezar con la misma piedra y no creen que una pareja  que salió al escenario, tengan nada que hacer en este concurso nada más verlos.

Esta es la historia de Charlotte y Jonathan, de 16 y 17 años de edad. Subieron al escenario pero  por sus aspectos no causaron una primera buena impresión. Sin embargo, las miradas del público esperando lo peor, e incluso uno de los jurados, miró feo al joven, basándose solo en el sobrepeso.  y le hizo el siguiente comentario despues de varias horas viendo a varias personas actuar, comentó “Justo cuando piensas que las cosas no se pueden poner peor........”, le comentó a su compañera de votaciones antes que éstos abrieran la boca. El jurado empezó a preguntar por qué estaban allí y que si creian que iban a ganar, todo con un tono un poco peculiar, pensando que iban a hacer el ridículo y el resultado fue éste.....



Increible!!! Emocionante!!! Una vez más, os digo que no se debe juzgar a las personas hasta no la conocerlas. Nunca sabeis la belleza y el talento que puede llevar dentro de ella.


Después de esta gran lección.....Dejemos de juzgar a las personas!!!! ;D




Pilar Roanes Porta.